En primer lugar, puedes siempre y cuando lo que hayas invertido en la nueva vivienda sea superior a lo que invertiste en la vieja. Además, tienes que cumplir con el requisito principal: que la nueva vivienda la hayas adquirido antes de 2013.
En segundo lugar, esos intereses no podrás sumárselos a la amortización del préstamo hipotecario para calcular la deducción, ya que realmente esos intereses no los has pagado.
Escrito por Sebastian
Actualizado hace más de un año